La mejor dieta para bajar de peso sin hambre ni pastillas



Hay varias maneras de perder peso en poco tiempo, pero la mayoría de ellas determinan que el sujeto sienta hambre de manera casi constante.

Y si no se posee una voluntad a prueba de balas, sentirse constantemente insatisfecho llevará a que se abandone la dieta rápidamente.

Pero aquí presentamos un plan de tres pasos diseñado para matar el apetito, perder kilos de manera rápida sin sentir hambre y, al mismo tiempo, mejorar la salud en el proceso.
Primer paso: eliminar azúcares y almidones

La parte más importante de este proceso es remover totalmente las azúcares y almidones (carbohidratos) de la dieta.

Estos son los elementos que más estimulan la secreción de insulina, la hormona principal al momento de determinar el almacenamiento de grasas.

Cuando la insulina baja, se facilita la eliminación de depósitos grasos, y el cuerpo comienza a quemar grasas en lugar de hidratos de carbono.

Otro beneficio de bajar la insulina tiene que ver con el hecho de que los riñones se desembarazan del exceso de sodio y agua en el organismo, lo cual reduce la hinchazón innecesaria (1).

No es poco común perder hasta 5 kg (incluso más) en la primera semana comiendo de esta manera, tanto peso en grasa como en agua.

En un estudio que comparó dietas bajas en carbohidratos con dietas altas en grasa en mujeres con sobrepeso y obesas, el grupo que consumió pocos hidratos de carbono se sintió más saciado, mientras que el grupo de la dieta baja en grasas tuvo que restringir calorías y sufrió más hambre (2).

Así, si se eliminan los carbohidratos, la insulina bajará e inmediatamente se comenzará a consumir menos calorías con menos hambre (3). Básicamente, hacer descender los niveles de insulina hace que la pérdida de grasa se ponga en “piloto automático”.

Resumiendo: Eliminar azúcares y almidones (carbohidratos) de la dieta bajará los niveles de insulina, matará el apetito y hará perder peso sin hambre.

Segundo paso: consumir proteínas, grasas y vegetales

Cada una de las comidas debe incluir una fuente de proteínas, otra de grasas y vegetales bajos en carbohidratos.

Construir los platos de esta manera automáticamente pondrá el consumo de hidratos de carbono en el rango recomendado de entre 20 y 50 gramos por día.

Las fuentes de proteína pueden venir de carnes, pescados y mariscos, y huevos (los mejores son los enriquecidos con omega-3 o provenientes de gallinas alimentadas naturalmente).

Consumir una buena cantidad de proteínas puede acelerar el metabolismo hasta entre 80 y 100 calorías por día (4). Además, las dietas altas en proteínas pueden reducir los pensamientos obsesivos sobre la comida en alrededor de un 60 %, reducir a la mitad los deseos de comer en altas horas de la noche y elevar la saciedad de tal manera que se pueden consumir hasta 440 calorías menos por día con sólo agregar proteína a la dieta (5).

Hay varias maneras de perder peso en poco tiempo, pero la mayoría de ellas determinan que el sujeto sienta hambre de manera casi constante.

Y si no se posee una voluntad a prueba de balas, sentirse constantemente insatisfecho llevará a que se abandone la dieta rápidamente.

Pero aquí presentamos un plan de tres pasos diseñado para matar el apetito, perder kilos de manera rápida sin sentir hambre y, al mismo tiempo, mejorar la salud en el proceso.
Primer paso: eliminar azúcares y almidones

La parte más importante de este proceso es remover totalmente las azúcares y almidones (carbohidratos) de la dieta.

Estos son los elementos que más estimulan la secreción de insulina, la hormona principal al momento de determinar el almacenamiento de grasas.

Cuando la insulina baja, se facilita la eliminación de depósitos grasos, y el cuerpo comienza a quemar grasas en lugar de hidratos de carbono.

Otro beneficio de bajar la insulina tiene que ver con el hecho de que los riñones se desembarazan del exceso de sodio y agua en el organismo, lo cual reduce la hinchazón innecesaria (1).

No es poco común perder hasta 5 kg (incluso más) en la primera semana comiendo de esta manera, tanto peso en grasa como en agua.

En un estudio que comparó dietas bajas en carbohidratos con dietas altas en grasa en mujeres con sobrepeso y obesas, el grupo que consumió pocos hidratos de carbono se sintió más saciado, mientras que el grupo de la dieta baja en grasas tuvo que restringir calorías y sufrió más hambre (2).

Así, si se eliminan los carbohidratos, la insulina bajará e inmediatamente se comenzará a consumir menos calorías con menos hambre (3). Básicamente, hacer descender los niveles de insulina hace que la pérdida de grasa se ponga en “piloto automático”.

Resumiendo: Eliminar azúcares y almidones (carbohidratos) de la dieta bajará los niveles de insulina, matará el apetito y hará perder peso sin hambre.

Segundo paso: consumir proteínas, grasas y vegetales

Cada una de las comidas debe incluir una fuente de proteínas, otra de grasas y vegetales bajos en carbohidratos.

Construir los platos de esta manera automáticamente pondrá el consumo de hidratos de carbono en el rango recomendado de entre 20 y 50 gramos por día.

Las fuentes de proteína pueden venir de carnes, pescados y mariscos, y huevos (los mejores son los enriquecidos con omega-3 o provenientes de gallinas alimentadas naturalmente).

Consumir una buena cantidad de proteínas puede acelerar el metabolismo hasta entre 80 y 100 calorías por día (4). Además, las dietas altas en proteínas pueden reducir los pensamientos obsesivos sobre la comida en alrededor de un 60 %, reducir a la mitad los deseos de comer en altas horas de la noche y elevar la saciedad de tal manera que se pueden consumir hasta 440 calorías menos por día con sólo agregar proteína a la dieta (5).

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